Participación escolar

Toca tratar un tema difícil pero fundamental. Cómo promover la participación de los alumnos en el aula. Una tarea sumamente complicada pero fundamental, que en muchos casos acaba siendo relegada a un segundo plano tras la impartición de conocimientos o el mantener el control de la clase. Por ello no es de extrañar lo habitualmente que muchos alumnos asocian la escuela con el aburrimiento. Puede incluso que estén motivados para aprobar el curso, pero no disfrutan las clases. Resultan horas interminables en una lucha por mantener la atención. Al menos recuerdo que así fue mi caso en muchas clases, salía sin haberme enterado de nada pero después en casa recuperaba el tiempo perdido estudiando solo. Ahora que me planteo ejercer como docente me pregunto, ¿qué puedo hacer para no repetir los mismos errores? 

Como todo buen comunicador creo que lo primero es lograr conectar con la realidad de los estudiantes. Todos prestamos más atención cuando  nos sentimos relacionados con el tema, como por ejemplo nuestros hobbies o películas de moda.

Otra posibilidad es la de añadir juegos en el aula. No tiene porque ser un juego al uso, ya simplemente con lanzar una pelota a quien se le haga una pregunta por ejemplo, podrá ayudarles a mantener más fácilmente la atención.

En la misma línea de tratar de romper la rutina de clase, puede ayudar en gran medida a intercalar actividades en grupo. De modo que tengan 5 minutos para intercambiar ideas entre ellos antes de dar una respuesta.

Por otro lado, no hay que olvidarse de lo duro que resulta para los estudiantes mantenerse en silencio, y sobre todo, sentados durante toda una jornada. Puede llegar a ser muy positivo añadir alguna actividad que les permita moverse del sitio, además que al hacer el momento más especial, les resultará mucho más fácil afianzar el recuerdo de ese momento y por tanto de lo aprendido. Un ejemplo es el juego de las 4 esquinas, en el cual, cuando se plantea alguna duda en clase, asignamos una respuesta a cada esquina, y los estudiantes han de desplazarse a la esquina que corresponda con la pregunta que consideran correcta. Después se puede abrir debate entre las distintas posiciones.

Por último no nos podemos olvidar de las nuevas tecnologías. Los estudiantes de hoy en día tienen un amplio dominio y se sienten cómodos con ellas. No hace falta que se las enseñemos, pero sí mostrarles la ventana a mundos en los que ellos solos no habrían llegado a hacer click. 

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